Cuando el deber llama

Tuve la oportunidad de ir a divertirme ya sea viendo o participando, nuevamente, en el partido de futsal de damas. Esta vez contra desarrollo. Lastimosamente, tuve que descartar esta posibilidad porque a la misma hora tenia clase. Pensé que no seria mala idea faltar ya que en todo el ciclo siempre he llegado puntual. Pero uno de mis amigos me hizo ver que mis "grandiosas" notas no ameritaban una falta y menos a una clase de tres horas. Al terminar mi clase me dirigí a las canchitas de la universidad y al llegar justo necesitaban a una chica de audiovisuales para poder ganar el partido ya que el equipo de escénicas brillaba por su ausencia. Después de mi valiosa cooperación, me dediqué a observar juntos con mis amigos los partidos restantes del día.